¿Por qué no vamos a creer?

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Dicen que el Atlético de Madrid, con su derrota ante el Levante, se ha complicado mucho un posible título de Liga. Difiero enormemente. Las cosas de palacio, como bien sabéis, despacio van.

Antes del partido en el Ciutat de Valencia, el Atleti estaba a 6 puntos de conseguir la hazaña. Tras la derrota y el posterior empate del Real Madrid, esa cifra bajó a 4. Ni tal mal, viendo como pintaba aquella vuelta en autobús. Pero oigan. No han jugado una nueva jornada, y los rojiblancos, tras el nuevo empate del partido aplazado de los blancos en Zorrilla, están a 2 puntos de alzarse con el torneo. Dos empates. Ni tan mal. Aunque ojo, si haciendo 2 puntos ganas la Liga seguro, haciendo 3 es muy probable que la pierdas. Surrealista e injusto.

Ahora resulta que había que ir con el Real Madrid. Y digo resulta porque no hay rival más peligroso y temible que los de Chamartín agazapados esperando un error. Y digo resulta porque con este traspiés la última jornada ya no dará lugar a suspicacias. Y digo resulta porque, aquel que pensase que el F.C. Barcelona no iba a salir a ganar un partido, en su casa, con Carles Puyol marchándose, y contra el equipo que le apeó de Europa, estamos apañados. Y además quedar segundos les daría opción de luchar por la Supercopa de España. No seamos primos.

Pero la Liga ha dado un vuelco. Los resultados, ajenos a las calculadoras de los medios de comunicación, que se han quedado con los números borrados de tanto aporrearlos y con las pilas maltrechas de tanto usarlas, han dictaminado otra cosa: si todo va como mandan los cánones (y eso es mucho decir), Atleti y Barça se jugarán la Liga en el Camp Nou. Y aquí aparecen los atléticos que están a lo largo de la escotilla dispuestos a saltar del barco en cualquier momento al grito de: «¡ya os lo dije! ¡Había que ir con el Real Madrid!» No creo que Diego Pablo Simeone quiera en su transatlántico a gente que no cree en él y en los suyos.

Porque hay que creer. ¿Cómo no vamos a creer en unos futbolistas que no han perdido en 5 enfrentamientos contra los blaugranas? En los mismos que eliminaron al «mejor equipo del mundo» sin su mejor jugador y sin el delantero estrella que se está hinchando a goles. Esos que han recibido 2 GOLES en más de 450 minutos ante los Messi, Neymar y compañía.

Porque hablando de encajar goles. ¿Cómo vamos a dudar de la defensa más fiable de España y el Continente? De los menos goleados en la Liga BBVA y en Champions League. ¿Cómo dudar de un portero que llega donde nadie es capaz de llegar y se estira lo que jamás nadie imaginó en un guardameta?

Jugadores del Atlético celebrando con la hinchada | FOTO: Melty

Jugadores del Atlético celebrando con la hinchada | FOTO: Melty

De verdad, ¿no vamos a creer en el corazón de Gabi? Capitán de capitanes y alma de un equipo que termina cada encuentro exhausto por el esfuerzo, pero aún con fuerzas para levantar la cabeza y sonreír orgullosos por su garra y su pelea. Por una afición que les ama.

Dudar de Arda y su barba. De su pausa y su aceleración. De sus regates y sus pases. No creer en el turco es no creer en nada ni nadie. El único futbolista del planeta tierra capaz de ganar en una carrera a Gareth Bale mientras el galés va corriendo y él va al trote. El que guarda el balón como quien protege a un hijo.

No creer en el Atlético es no creer en un futbolista al que le han dado por todas las partes habidas y por haber en el cuerpo humano. Al que le han puesto a caer de un burro tras otro. No creer en el malo, el violento, el sanguinario, el asesino. Es no creer en Diego Costa y la sensación de que quien quiere, puede. El único goleador en nuestro país capaz de luchar de tú a tú contra bestias como Cristiano y Messi. El purasangre que ataca el espacio como la daga que atraviesa una porción de mantequilla.

Pero sobre todo, y esto es lo peor de todo: No creer es no confiar en Diego Pablo Simeone. Dudar del hombre que cogió a un equipo hundido a cuatro puntos del descenso y eliminado por un 2ªB en Copa del Rey y que le ha devuelto a tres partidos de poder ganar una Liga y una Champions. Con casi los mismos jugadores. Cambiando un delantero de 45 millones por uno de 2. Quitando a un brasileño del centro del campo y metiendo a un canterano. Los mismos.

Dudar de Diego Pablo es no creer en todo lo que nos ha pasado. Dudar del camino por el que hemos ido, todos juntos, avanzando de la mano y sin descanso. Peleando ante las adversidades. No nos han tenido en cuenta. Parece que siguen sin tenernos en cuenta. Ese argentino trajeado ha cambiado la cara a un equipo muerto. Ha devuelto la ilusión a las caras de una hinchada harta y asqueada. Ha devuelto a la entidad al lugar de donde nunca debió bajarse.

¿Por qué no vamos a creer? El camino ha sido mucho más complicado que lo que queda. Hemos pasado por peores momentos que los que están por venir. ¿Jugarse una hipotética Liga en el Camp Nou? ¿Jugarse una Champions contra el Real Madrid? ¡Que me aspen! ¿Quién no hubiera firmado esto en pretemporada? Si no creen, dejen sitio y voz a los que sí lo hacen. Todos juntos podemos conseguirlo. Y ahora toca pensar en Málaga, Málaga y recontraMálaga. Y luego, ya veremos. A ver si este domingo, con la tontería, no acabamos en… Cuidado.

PD: Pase lo que pase. Con uno, dos o ningún título. El orgullo no nos lo puede quitar nadie. 

4 comentarios en “¿Por qué no vamos a creer?

  1. Marinita Rossi dijo:

    Felicidades por el artículo Imanol 🙂 Hay que creer, y se puede. No entiendo los medios españoles que antes de empatar el Real Madrid eran ellos favoritos y ahora lo es el Barça. No entiendo como no tienen en cuenta al primer clasificado…alrededor de 20 semanas.

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