Me apetecía darle una vuelta más a esta web. Y, como es mía y en ella hago lo que me da la gana, pues allá voy. Cada viernes, si no se me olvida, publicaré la recomendación de una canción. No de una canción cualquiera, sino de esas que a mi me gustan -obvio-. De esas que me remueven, que me hacen darle al play en bucle infinito. De esas que, aunque las termines escuchando doscientas veces sin descanso, te las pongas de alarma y las tengas como tono de llamada, no podrán cansarte nunca.
Cualquiera que me conozca algo, que me lea por Twitter o que simplemente tenga la fortuna (o desgracia) de tenerme en su tablón de Facebook, sabrá mi idolatría casi enfermiza por este grupo. Igual, hace algunos años, tendría que entrar en materia, presentarlos y hablar un poco de ellos para aquellos que no sepan quien son. Creo que hoy en día eso es imposible. No me cabe en la cabeza que haya alguien que no sepa de su existencia. Sea porque le gusta la buena música, de oidas o por simple cansinismo que tenemos sus fans.
Vetusta Morla es el mejor grupo de música española de la actualidad. Por voz, por sonido, por calidad acústica, por letras. Por todo. Quien opine que no se estará mintiendo. O aún no sabe que lo son (les emplazo a escuchar el concierto con la orquesta sinfónica de Murcia, para que cambien de opinión).
Pero, ¿por qué esta canción? Porque sí. Porque la escucho y me transmite paz, felicidad, me alegra. Da igual cuando lo haga. Importa poco que sea viernes o lunes. Me anima y no entiendo muy bien la razón. Pero lo hace. Será porque desdramatiza todo lo malo que puede pasarle a una persona. Porque te habla abiertamente de levantarte si estás jodido. O simplemente por la música y la voz de Pucho. No lo sé. Pero cuando quiero animarme, esta canción está en mi lista de reproducción. «Tan sólo seremos libres si no hay nada más que perder». Qué cierto, ¿no? La libertad de cada uno es personal, pero… Con el miedo a perder algo, ¿no estamos dejando esa libertad de lado? ¿Es malo? ¿Es bueno? Todos tenemos miedo a perder algo, y eso es humano. Dejemos la libertad para los que nada quieren, y nada tienen. O no.