Hoy dejadme llorar

GRA667. MILÁN (ITALIA), 28/05/2016.- El defensa del Atlético de Madrid Juanfran tras fallar su penalti durante la final de Liga de Campeones que se disputa hoy contra el Real Madrid en el estadio de San Siro, en Milán. EFE/Ballesteros

GRA667. MILÁN (ITALIA), 28/05/2016.- El defensa del Atlético de Madrid Juanfran tras fallar su penalti durante la final de Liga de Campeones que se disputa hoy contra el Real Madrid en el estadio de San Siro, en Milán. EFE/Ballesteros

Marcaba el último penalti Cristiano Ronaldo y el mundo se detuvo a mi alrededor. No recuerdo qué había ni lo que acontecía. Sólo sé que los siguientes minutos a ese mazazo me quedé de piedra, sin poder evitar que, una tras otra, empezasen a caer lágrimas. No había consuelo posible. Tras volver sobre mí, me abracé con mi novia. Un abrazo eterno, duro, de los que duelen. Y, entonces, dejé de llorar para secarle sus lágrimas. Se me acercaba gente con voz alegre, aunque sin rostro para mí, y me daban el pésame como si se me hubiera muerto un familiar. Mi agradecimiento a esa gente del bar «Fin de siglo» que supieron ganar y perder. Sin malos modales ni celebraciones estridentes. Ejemplo de cómo debía ser esto.

Pero la noche del 28 de mayo, más que la tristeza infinita de volver a perder una final de la Champions de forma absolutamente cruel y despiadada, fue la constatación de todo lo que no quería ser consciente. El fútbol no tiene sentimientos, ni debe nada a nadie. No se rige por justicias e injusticias. Es un ser despiadado, en ocasiones diabólico, cuyo guión está escrito por un sádico sin escrúpulos. Creía que si Gabi hubiese levantado el trofeo, para mí el fútbol podría haber desaparecido para siempre. No querría nada más. La realidad, más dura aún, es que ha desaparecido igual. Y eso es lo que de verdad me pone triste.

Yo, como miles de personas, seguí los pasos que me llevaron a celebrar títulos pasados con el Atlético. Misma rutina, mismo bar, misma gente. Nada podía fallar. Creer que el Atlético, este año más que nunca, se merecía el título. Todo. Hasta que caí en la cuenta de que los títulos no se merecen, se ganan. No voy a entrar a valorar nada de lo futbolístico o lo polémico. Es absurdo. Ni fueras de juego, ni posibles expulsiones, ni penaltis fallados. Nada. Estaba escrito que el Atlético no iba a ganar esta vez. Cruel reflexión, pero así lo veo yo. El fútbol, en un ejercicio de hijoputismo, volvió a tirar a la lona a esos que se han levantado de golpes tremendos, a los que han luchado por volver y hacer más grande a este club gigante. Ha derribado de un golpe un movimiento, un sentimiento y una pasión a los que se han desvivido, quizás más que nunca, por hacer historia. Porque es difícil recordar una Liga de Campeones más complicada que la que ha vivido el Atlético este año. Demencial para tan cruel final.

Ahora mismo estoy destruido. Tocado y hundido. Y lo peor es que no sé si me recuperaré de ésta. No viví la de Heysel, pero presencié en mis propias carnes a Lisboa. De allí me marché tocado. Pero al día siguiente sabía que el cuento no había terminado. Ahora, un día después, no puedo ni levantarme de la cama. De hecho, desde ahí estoy escribiendo esto. No estoy capacitado para hacerlo solo. Y llenaría esto de palabrería. De saber cómo volveremos, cómo saldremos adelante, cómo esto nos hará más fuertes. Y puede que, en el futuro, sea así. Pero no hoy. Hoy me siento vulnerable, débil. Y se me parte el alma al ver cómo este grupo de futbolistas puede terminar sin levantar la Liga de Campeones. Un título que yo pensaba que se merecían, pero que el fútbol se ha empeñado en negarles.

Después de este 28 de mayo, todo lo sentimental que movía el fútbol para mí, ha muerto un poquito. Si se cree y se trabaja, se puede. De eso no me cabe duda. Pero he aprendido otra valiosa lección. A veces no se puede. Y hay que estar preparado también para ello. Me levantaré, nos levantaremos, y volveremos a poner la cicatriz al sol. Pero hoy dejadme llorar. Porque no me sale otra cosa. Y ojalá, el día de mañana, alguien venga a decirme lo imbécil que fui y lo equivocado que estaba. Pero yo prefiero ya no esperarme nada.

PD: A los madridistas que no han hecho sangre, que han respetado el profundo dolor y que han celebrado, con cabeza, lo que el fútbol les ha dado, mi enhorabuena. Al resto, celebren hoy y vuelvan a la cueva.

PD2: Y a ti, Juan Francisco Torres, te quiero más que contra el PSV. Tuyo fue aquel penalti que nos hizo estar en Milán. Tuya fue la asistencia a Carrasco que nos hizo soñar. Tuya fue nuestra lucha. Cómo vamos a reprocharte nada.

10 comentarios en “Hoy dejadme llorar

  1. Anónimo dijo:

    »Nada. Estaba escrito que el Atlético no iba a ganarla esta vez. Cruel reflexión, pero así lo veo yo.»
    Lo que más me duele es que no creo que esta frase sea verdad. Lo que más me duele es que estaba escrito que esta vez la ganábamos. Eran muchas las historias que se ponían en juego y que encontrarían su final. Para bien o para mal esta final era el final. Comparecían todos, estaba Fernando, estaba Diego Pablo, estaba Juanfran, estaba Gabi, estaba el antagonista entre los antagonistas, no faltaba nadie. Era nuestra historia y esta vez nos tocaba ganar. Pero ganar no toca, ganar se gana. Y no hay más.
    Lo que imposibilita el consuelo es la sensación de que se ha perdido la oportunidad, de que era nuestro título y no tenemos claro porqué, pero no lo tenemos.Se lo han llevado otros y parece que para siempre. Lo que imposibilita el consuelo es que, al contrario que en Lisboa, no hay más libro, no hay más historia. Ayer es el final. Después no hay nada, no hay páginas en blanco en las que pintar rayas. Habrá otros libros, otras historias, pero esta, nuestra favorita, jamás tendrá el final que le escribimos.

    Leía que los finales felices son para espectadores vulgares. Pero esto no era un final feliz, era un final glorioso. Y no sé quién, de verdad que no lo sé. No sé si la Copa de Europa, si el Real Madrid, si nuestra propia historia. No sé quien ha sido pero le ha negado la gloria a nuestros héroes. Les rendiremos honor, nadie les negará la dignidad que merecen, pero nadie borra el sentimiento de que la gloria no nos pertenece, jamás besarán, y nosotros con ellos, su Copa de Europa. Volvieron los fantasmas y se apoderaron de los rostros dolientes de nuestros jugadores. Hoy solo nos queda el llanto, el llanto de Fernando, el llanto de DIego Pablo, el llanto de Gabi y el llanto de Juanfran. Nuestro llanto.

  2. Manuel Millán dijo:

    Gracias por tus palabras que son mías. Volveremos y lo intentaremos otra vez. Lo de jugar Champions y ligas ya es una obligación anual, porque vamos a mover 300 millones de €. Nos esperan grands noches, amigo, y tenemos que disfrutarlas.

  3. Ruben dijo:

    Gracias Echegaray…muchas gracias. Asi es todo lo que siento y lo que viví. Desde el aeropuerto , barea, san siro…cruces con madridistas q han respetado nuestro dolor. .Párrafo a párrafo. Gracias

  4. Mariatleti dijo:

    Grandes grandes y grandes. Gran equipo, Gran afición, Grandes nosotros por ser del equipo mas Grande del mundo, nuestro Atleti!!

    Precioso artículo, triste, sincero, sentido, pero precioso salido del corazón de un atletico puro.

    Se nos puede llenar la boca y el pecho con la palabra orgullo. Ánimo!!!

  5. Alfredo dijo:

    Sī, el fútbol no tiene justicia. Ese objeto redondo a veces bota donde no debe, el que juzga comete errores en el momento más inoportuno, el mejor portero del mundo no reacciona en los penaltis, a pesar de eliminar a todos los favoritos y llegar a la final frente a un equipo que casi se ha paseado por la Champions y aún así estuvo cerca de caer eliminado, a pesar de haberlo dejado todo en el césped… no ganó el mejor sino el que más fortuna tuvo. Incluso los aficionados del contrario han estado bastante comedidos para lo que suelen… Sí, el golpe ha sido duro, las lágrimas de Juan Fran (ánimo, eres un héroe), Fernando Torres, Jiménez, Gabi y todos los aficionados así lo reflejan. No, no ha habido justicia, pero, ¿cuántas veces la tiene el fútbol, cuándo algunos medios dicen que C. Ronaldo «fue el artífice de la final»?. Yo vi lo de Heisel en blanco y negro, lo de Lisboa creo que me dolió más que lo de Milán, sufrí (eso si fue realmente duro) el descenso a segunda… y ayer añadimos otro capítulo a la leyenda negra. Pero el equipo que tenemos lleva varios años en la élite, con muchos más mérito que los poderosos de siempre. Estas finales pueden repetirse. Y, como me decía un seguidor del Racing de Santander hace pocos días: lo suyo sí que es sufrir. Por eso y mucho más: ¡Aupa Atleti!

  6. Ramón dijo:

    Muchas gracias Imanol, yo ayer estuve allí y vi eso tíos como castillos con sus hijos , abuelos , niños , llorando desconsoladamente por lo injusto y cruel que es el fútbol con nosotros , pero
    Volveremos y la cabeza alta somos el atlético de Madrid

    Me gustaría compartír con este foro un escrito que me ha enviado mi Luismi

    ——–
    El tren paró a una parada del Duomo. Venia de Bruselas, via Portugal, con cientos de infantes y veteranos deshaciendose en lagrimas. Sólo estuvo cinco minutos. Justo el tiempo en que un niño enfundado en una camiseta rayada cruzó vagón por vagón, ondeando al viento una bufandita y cantando una tonada que hablaba de coraje y corazón. A su paso, las almas se iban levantando como lázaros. Sonó el silbato del jefe de estación y el convoy reanudó la marcha. Venia desde 1903 haciendolo. Lloviera, tronara o hiciera sol. No se iba a detener ahora. Justo cuando volvian a creer. Aquellos intrépidos no saben cual será la proxima estación, ni lo que les deparará. Solo tienen la certeza de que les apasiona ese viaje al que se subieron con sus muñecas de trapo, sus clics, sus consolas… Y que van rodeados de la mejor gente. En el mejor tren.

  7. carlosfk dijo:

    Yo animaba y quería que ganara el Real Madrid, y voy a vacilar a los atléticos porque es parte del fútbol, pero reconozco que haberle ganado al Atlético de Madrid hace mucho más grande el triunfo, porque el Atlético es un equipazo. Ánimo y a levantarse, es lo que hacen los grandes.

  8. Manuel dijo:

    yo siendo atlético de nacimiento,…y eternamente agradecido a mi padre que me inculcó estos valores futbolísticos…….y aunque a alguien le pueda parecer absurdo…prefiero haber perdido como lo hicimos, que haber ganado como ellos lo lograron.

  9. Víctor dijo:

    El fútbol es un sentimiento, no más. Hoy lunes volvimos al trabajo, igual que hubiésemos hecho de haber ganado. Más sonrientes, pero no más orgullosos.
    El fútbol es un sentimiento, uno inexplicable, irracional, que convierte a los eruditos en bestias y a los desconocidos en hermanos. Dime que nunca abrazaste a un extraño tras un gol.
    El fútbol es un sentimiento, no un título, no un palmarés. Y ahí, amigo, a sentimiento no hay equipo más grande que el Atleti.
    Yo también pienso que nunca levantaremos esa Champions. Pero que nunca dejaremos de sentir, de emocionarnos con nuestro Atleti.

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