Según la Real Academia Española, decir que alguien es un ingrato es reconocer que es un «desagradecido, que olvida o desconoce los beneficios recibidos». Según Imanol Echegaray, el que escribe estas líneas, de ahora en adelante ingrato significará ser Thibaut Nicolas Marc Courtois.

«Simeone critica al Real Madrid para ser popular ante su afición». Esta es la frase que ha soltado el portero belga al ser preguntado por unas declaraciones de carácter similar de su compañero, Luka Modric. Una frase que, lo que son las cosas, para lo único que le va a ser ir es para ser popular ante sus hinchas, ahora los de blanco. Y es que hay que tirar de cosas así cuando, recién empezado diciembre, ya has encajado 21 goles.

Pero no estaría de más recordar a este portero belga un par de cositas. La primera es tan fácil de entender que me da hasta pereza. Cuando él tenía cuatro años, el tal Simeone estaba ganando un doblete vestido de rojiblanco. Liga y Copa del Rey como jugador en una de las mejores temporadas de la historia del club. Otra de esas temporadas históricas, ya en 2014, el Atleti ganaba la Liga más increíble que se recuerda y perdía una final de Champions League agónica, ante el Real Madrid. Estando él de portero, del Atleti. Y estando Simeone de entrenador. En el Atleti.

No necesita el Cholo ser populista para ganarse a una afición que besa por donde pisa. Porque ese hombre ha transformado a un club muerto en un gigante. Es, junto a Luis Aragonés, la persona más influyente de una institución con 115 años de historia.

Pero no solo es eso. También es el entrenador que le quiso en la portería del mejor Atleti visto nunca. El que le dio la oportunidad de ser alguien en Europa. El que le convirtió en un portero superlativo y en doble campeón del Trofeo Zamora (¡cuándo volverá a ganar un premio así el amigo Courtois!). Trofeos que no fueron suficientes para ser galardonado como mejor portero de la Liga Española, porque por entonces jugaba en el Atlético de Madrid. Por entonces cantaba el «salta, salta, salta, pequeño canguro», queriéndose ganar el favor de una afición que, dicho sea de paso, ya tenía en e bolsillo por su compromiso por el escudo y el entrenador de los que ha renegado.

Pero no pasa nada, porque el tiempo y el fútbol ponen a cada uno en su lugar. Simeone seguirá siendo una leyenda para el Atlético de Madrid y su afición aunque no se vuelva a ganar un titulo más. Habrá que ver a qué altura de la historia del Real Madrid queda Courtois. Yo, la verdad, me la puedo imaginar…